miércoles, 24 de octubre de 2012

Espectadora de tu vida...


                             

A veces la vida te pasa por delante sin apenas darte cuenta, en vez de  ser el protagonista de tu vida, pareces un actor secundario, con el papel ya establecido, y ni siquiera te has leído el guión.
Ves pasar las imágenes, como secuencias de películas, intentas parar alguna secuencia que miras  y que no has sido consciente de ella, otras cambiarias la escena para que el final fuera diferente, y ya no puedes, ha pasado, sin ni siquiera darte oportunidad de vivir plenamente, quieres volver atrás y no puedes...

A tu mente siguen llegando imágenes, una tras otra, momentos que dejaste pasar sin darse cuenta  por mil y un motivos y te entra la impotencia de intentar cambiar  lo que ya no es posible.


Recuerdas las veces que has dejado de ser tu, para ser lo que otros querían que fueras, cuando no hiciste aquello porque no era el momento, no se podía, había otras prioridades, era el  de otras personas, concluyes pensando que de buena parte de tu vida has sido solo espectador, sin posibilidad de cambiar tu papel, ni de tomar decisión.


 Y miras atrás, sin ira, pero con la sensación que la vida te ha engañado, te han robado parte de ti, que ya no hay marcha atrás.

Te ves en la estación ,todo pasa en una estación… en la que sabes no pasarán demasiados trenes,  algunos de los que pasen serán antiguos mercancías, o trenes ave a gran velocidad , otros de largo recorrido de los que paran en todas las estaciones y te preguntas  si queda algún tren en el que puedas subir... y se produce una catarsis  personal en la que solo quieres mirarte , encontrarte en algún punto en el que un día te perdiste y dejaste de ser tu para ser lo que los demás querían que fueras.


Y buscas esa soledad tantas veces compañera, y  que ahora se  resiste, no te da tregua…
Te quedas parada en la estación, queriendo subir el primer tren  que llegue con destino a ninguna parte, cualquier parte, lejos de todo, lejos de ti….
En ese instante todo se paraliza, vuelves a sentir MIEDO, ese sentido de responsabilidad, y en ese momento la escena se para a cámara lenta y te quedas parada en la estación.