Pensamientos desde la cola del
Inem…
Esto que escribo no hubiera sido posible escribirlo hace unos meses, cuando pasé a ser un número más
en la lista del Inem, no podía porque se había abierto en mí una herida muy
profunda, con difícil cicatrización, pocos fármacos disponibles para su cura, y
un estado de gran impotencia y de rabia.
Supongo que mi historia no será diferente de la de millones de personas
que de la noche a la mañana pasan de ser población activa, a ser una molestia
para la encuesta de población activa. Aun hoy me cuesta responder a la pregunta
¿a qué te dedicas? Y me cuesta decir” estoy en el paro” porque es una palabra maldita, aun hoy el resto de los no “excluidos” de la sociedad
siguen mirando un poco por encima del hombro a los que somos casi parias de la
misma.
Lo peor de asimilar, es el hecho psicológico
del miedo a perder la autoestima, miedo a no volver a trabajar, miedo al día a día,
a todos los cambios que implica en una familia una circunstancia similar…
miedo, miedos… la palabra MIEDO pasa
a ser una de las que más pasan por tu mente a diario ,mientras te empeñas en
enviar mil currículos, a mil empleos, los que dominas, los que no, y la mayoría
los empleos basura que pululan por la red, y ese MIEDO hace que a veces te
atenace la garganta. Además existe otra palabra muy habitual en estos casos, a
que tal te va ¿la respuesta “Bien” es de
obligado cumplimiento, porque he descubierto que a muchas personas no les
gustan los problemas de los demás, de los de la estadística, de los de “sino
trabajan es porque no quieren…”
Yo nunca supe que era el paro, me he pasado
media vida trabajando y pensando que eso les pasaba a los demás…. Y de repente
te pasa a ti…
Han pasado unos meses en los que la
reconstrucción personal está en camino, en los que sacas fuerza de flaqueza
para levantarte cada día sin nada urgente que hacer, en que cada día es un día
mas, y también un día menos, pero aún no he perdido la esperanza de que esto
cambie, cambie a mejor…
Y miro atrás sin rencor, sin ira, con menos
impotencia y rabia, y con la convicción que este momento es bueno para volver a
empezar para volver… para ser….
Supongo que no soy muy diferente del resto
de los seis millones de parados que asolan este país, y que somos mas que un número, una estadística molesta, PERSONAS, CON HISTORIAS DETRÁS, CON
SENTIMIENTOS, CON DESEOS Y SOBRE TODO CON MIEDOS .
Yola. Diciembre 2103